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Work and Holiday, para cambiar tu vida.

por | Dic 10, 2019 | 0 Comentarios

Verdaderamente, una de las cosas más gratificantes que hay en esta vida es viajar. Sin duda alguna, Australia me regaló los momentos más valiosos para crecer como profesional, como persona y por supuesto, como turista. Work and Holiday es una visa bastante peculiar, puesto que os permite tener unas largas vacaciones costeadas por tu propio trabajo durante 12 meses, que es la duración de esta visa. Cabe destacar que esto no es parar todo el mundo, pues, se necesitan algunos requerimientos que tienen que ver con el convenio y la nacionalidad de los aplicantes.

Revisé la lista y aparecían países como Perú, Ecuador, Argentina, Portugal y España, entre otros más. Por fortuna, soy ciudadano español, y eso fue lo que me permitió optar por la visa, porque además los cupos son limitados. Aquí en España conceden un total de 1500 y no todos los participantes son seleccionados. La visa tuvo un costo de 485 dólares australianos y ciertamente el tiempo de respuesta fue rápido porque ya a los 40 días mi visa estaba procesada, en lo personal esperaba que eso se iba a tardar un poco más.

Así que cuando me llegó la buena noticia de que mi visa había sido aprobada, tuve que celebrar con mis hermanos.

Recuerdo entonces que estaba ahorrando para irme de vacaciones por motivo de mi cumpleaños número 28 y conseguí juntar un total de 5000 Euros, que son aproximadamente unos 8000 dólares australianos, pues, uno de los requisitos era tener una capacidad económica de 5000 dólares australianos, y bien, estaba a tope de la emoción porque además mi padre me regalaría el boleto en avión ida y vuelta, cosa que me aligeró las cargas.

Por fortuna, en ese momento estaba soltero y no tenía compromisos familiares, lo que me permitió vivir mi experiencia de manera más profunda y dedicada a mí mismo, porque, además, otra de las exigencias es que no puedes ir acompañado de infantes dependientes. Y por supuesto, obvié completamente eso por lo que os comenté con anterioridad.

       

      Otro de los factores que me benefició fue mi educación universitaria, pues, se fijan muy bien en eso y dependiendo del país, tienen exigencias educativas distintas. Y bueno, os comento que es indispensable tener un dominio del idioma inglés a nivel funcional. En mi caso, lo tengo, como casi cualquier persona, pero la oportunidad de viajar a Australia me hizo crecer mucho porque tuve que relacionarme todos los días durante un año con personas que prácticamente no hablan español y que además tienen una manera muy particular de hablar (idioms), su dialecto o jerga en el inglés es diferente a la que podemos encontrar en Estados Unidos, y eso me agradó mucho porque no lo sabía.

      Debéis tener en cuenta que al estar allá también tenéis las mismas obligaciones que el australiano común, desde el respeto a sus leyes, hasta el pago de impuestos. Sí, así mismo, porque vais a estar en una condición distinta al turista promedio. Cuando lleguéis, vais a contemplar que ciertamente no se guardan nada, pues, todo es de ensueño. Conocí a una chica latina con la que compartí piso y en una de las veces le comenté, a razón de mi fascinación – “¡Hostia, despertadme, porque creo que me he dormido por largo rato y estoy en el paraíso!”.

      Pude trabajar en varios lugares porque, al fin y al cabo, mi objetivo era divertirme un rato para conocer Australia. A pesar de eso, viví en carne propia el placer de ganar uno de los sueldos más altos del mundo, y ¡vaya que mola! Al final de mi estadía, ya me estaba acostumbrando y no me quería ir, pero ya se acercaba el cumpleaños de mis padres, quienes celebrarían ambos el mismo día. El tiempo pasó y hoy, hace 2 años que viví esa experiencia y puedo deciros con propiedad que ha sido la mejor experiencia de mi vida porque me vine con nuevos conocimientos, recuerdos, más dinero y ahora tengo una esposa y una niña hermosa, pues, quien era mi compañera de piso en Australia, terminó siendo la madre de mi hija y el amor de mi vida.