Es un placer poder ayudaros a que fijéis toda vuestra atención en el mejor lugar del mundo, por lo menos en mi opinión y sé que si también tenéis la oportunidad de viajar para allá, vaís a pensar de la misma manera que yo. Cuando hablamos de lugares perfectos, tiene que estar Byron Bay obligatoriamente. Es un lugar completamente especial y hasta se pudiera considerar casi utópico. Es el paraíso de los surfistas y de los artistas, en especial si eres músico. En el caso del surf, debo comentaros que lo pude intentar, y admito que a pesar de que me pude entretener mucho, es mucho más fácil contemplar a la gente que sí sabe hacerlo. Tuve la preciosa oportunidad de ver a gente surfeando con delfines a su lado y allí fue cuando dije: “¡Esto sí que mola, estoy estudiando inglés en el mismísimo edén!”.
La vida en Byron Bay es tan particular y de carácter único que no creo que haya otro lugar del mundo ni siquiera parecido a esta joya oceánica. Todas las personas tienen un comportamiento verdaderamente despreocupado y siempre vi gente feliz, es como estar en la tierra prometida de los hippies, y ese comportamiento colectivo me sorprendió muchísimo, y es tan generalizado que en el cartel de bienvenida dice: Cheer up, slow down, chill out (Anímate, cálmate y relájate). Y esto a tal punto que podéis ver a grandes artistas simplemente caminando a orillas de la playa. Pude ver con mis propios ojos al mismísimo Chris Hemsworth, mejor conocido por mí y por otros fans de Marvel, como Thor.
Entre las tradiciones de Byron Bay, la música es una de las cosas más icónicas de este lugar ya que tocar en las calles de Byron Bay es completamente legal, por lo que encontraréis en todos lados gente tocando, cada quien logrando una atmósfera bastante particular. Obviamente no pude perder la oportunidad de ponerme a tocar con otras personas porque siempre llevo conmigo mi instrumento, que es la guitarra. Aprovechaba también otros momentos para sentarme a la orilla de la playa a componer canciones y a crear melodías y pude ir con mi laptop y mi interfaz a grabar mis temas, pero con un instrumento natural que no todo el mundo se da el lujo de tener en sus canciones: las olas de Byron Bay.
Conforme fue pasando el tiempo me fui volviendo parte de esa sociedad y mi ansiedad se fue desvaneciendo, convirtiéndose en tranquilidad, pues, tuve la oportunidad de reflexionar sobre tantas cosas por las que me hube estresado anteriormente y de verdad, nada tenía sentido, hay que vivir la vida de manera relajada disfrutando cada instante y aprovechando todas las oportunidades que podáis, porque el tiempo no vuelve atrás para volverlas a tomar. Por eso os digo que si esta en vuestra posibilidad, tenéis que hacerlo, el arrepentimiento es lo que queda cuando no están los recuerdos de las cosas que debéis hacer.
Fui simplemente a estudiar inglés y regresé con una vida completamente distinta. De hecho, estando allá me vi en la obligación de comprarme una cámara profesional y hacer un pequeño curso de fotografía online, porque el esplendor de los paisajes carece de normalidad, son simplemente épicos y especiales y de alguna manera debía llevármelos. Es una de las mejores experiencias de mi vida, es un estilo propio en el que os podéis sumergir y perderos, por lo que, ha sido la mejor inversión de todas. Actualmente, el estudiar inglés allá me abrió muchas puertas y hoy día conseguí a mi futura esposa a razón de los conocimientos que adquirí en ese viaje, por lo que, sin duda alguna, iré de luna de miel con ella para allá, esperando que le guste tanto como a mí.